martes, 21 de julio de 2020

Historias del Cielo: el Primer Gran Paso - La llegada del hombre a la Luna




Homenaje a la llegada del hombre a la Luna, a 51 años de la gran hazaña de la humanidad. Incluye una muestra de material de prensa original de la época y lectura de un fragmento de Huellas en la Luna por Diego Bagu Director del Planetario de la Ciudad de La Plata, un gran honor de haber participado en este bello recuerdo !!

miércoles, 17 de junio de 2020

Apolo XIII: A 50 años de la gran odisea espacial - Encuentro de ciencia





Mañana jueves 18 de jumio a las 19:00 hs. comienza la Gran Odisea Espacial de Apolo 13 el nuevo encuentro de ciencia del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires. Los espero !

sábado, 18 de abril de 2020

Charla virtual de Apolo 13 en el Planetario de La Plata

En el día de ayer el Planetario de la Ciudad de la Plata organizó la charla virtual de Apolo 13: La gran odisea espacial. Agradezco a todas la autoridades del Planetario que posibilitaron este evento para llegar a las casas de todo el mundo, muy especialmente a su director de gestión Diego Bagú.

Aquí el video completo, que lo disfruten !


sábado, 4 de abril de 2020

Apolo 13 llega a tu casa

Son tiempos de quedarse en casa. Para amenizar el asunto y ante la imposibilidad de celebrar las charlas que estaban previstas para este 2020 con motivo del 50º aniversario de la misión Apolo 13 (la mayor odisea espacial de la historia) les quiero acercar "Una Odisea Lunar" el capítulo de Huellas en la Luna referido a la misión más intensa del programa Apolo, la que justamente no llegó a la Luna y casi les cuesta la vida a sus astronautas. Espero que lo disfruten y que pronto nos volvamos a ver.

Descargar capítulo






martes, 21 de enero de 2020

50 años de Apolo 13 (y 25 del film)

En este 2020 se cumplirán 50 años de la misión espacial que vivió la mayor odisea de la historia: Apolo 13, la fallida tercera misión a la superficie lunar que puso en riesgo la vida de sus astronautas, James Lovell, Fred Haise y Jack Swigert. 





También se cumplirán 25 años del estreno de la película ideada por Tom Hanks y un gran equipo de producción que reflejó, con bastante similitud, la odisea y rescate de los tripulantes. 

Se viene una serie de charlas, por todo el país, para conmemorar el mayor esfuerzo realizado en una misión espacial para llevarla a buen término a pesar de la emeregencia, mostrando además similitudes y diferencias entre la película y lo real y por sobre todo el triunfo del espíritu humano frente a un rescate imposible.

Será una nueva oportunidad para revivir la mayor hazaña de la humanidad, el haber desarrollado un proyecto que sirvió para poner al ser humano en otro mundo.
 
Se viene el año de Apolo 13, el más electrizante capítulo de Huellas en la Luna !
 




lunes, 23 de diciembre de 2019

Hasta el año que viene !

Se va el 2019 con un montón de sensaciones encontradas pues ha sido, sin dudas, un año muy intenso. Huellas en la Luna fue motivo de catorce charlas en varios puntos del país, seis entrevistas televisivas y una veintena de entrevistas radiales (aquí solo se reprodujeron algunas) y con un muy buen nivel de ventas a pesar de la situación del país en general y del mundo editorial en particular, cuyos indicadores mostraron el peor congelamiento en décadas de dicha actividad.

La explosión mediática, las ventas del libro y el interés de públicos muy variados en las charlas dejaron en evidencia que el interés por una de las mayores hazañas de la humanidad es auténtico, gran parte de la sociedad comprendió y recordó porqué la llegada del hombre a la Luna marcó un antes y un después en la historia y como su legado perdura en nuestras vidas todo el tiempo, en la tecnología que utilizamos , en los alimentos que consumimos, en las prendas que vestimos y en muchos otros aspectos de nuestra existencia cotidiana.



El 50º aniversario de la llegada del hombre a la Luna sirvió, para quienes lo vivieron, rememorar el gran salto tecnológico y evolutivo de la humanidad y para los que no, tomar conciencia de hasta donde puede llegar el ser humano cuando una meta se impone en el camino de la vida.

Huellas en la Luna ha sido, y seguirá siendo, un pequeño aporte para todos nosotros y para todos estos públicos, especialmente para los que vivimos en estas latitudes y hablamos en español, donde no abundan publicaciones de astronáutica de primera mano, pero si un interés real y genuino que nos impulsa a saber, cada día más, sobre la actualidad espacial.

Deseo para todos (los lectores, los que me han ayudado con el libro, los que me han facilitado su divulgación y difusión y los que recién me conocen) que este 2019 haya sido tan bueno como lo fue para mí pero que el 2020, que ya se viene, lo sea aún más, un gran año para todos y por sobre todo que nos encuentre juntos y en paz.

A propósito de este deseo, les comparto la siguiente fotografía tomada en octubre de 1970, meses después de las misiones Apolo 13 y Soyuz 9, las únicas dos misiones tripuladas de aquel año; todos sabemos que Apolo 13 fue el tercer intento de alunizaje tripulado que debió ser abortado antes de llegar a la Luna colocando a sus tripulantes en medio de una auténtica odisea espacial, poniendo en vilo al mundo entero, de la cual salieron airosos a pesar del fracaso de no haber podido llegar; en tanto la Soyuz 9 fue un vuelo soviético de ensayo de cara a las próximas estaciones espaciales que planeaban colocar en órbita para empezar a batir récords espaciales.

De izquierda a derecha :Neil Armstrong (Gemini 8, Apolo 11), Buzz Aldrin (Gemini 12, Apolo 11), William Anders (Apolo 8) Adrian Nikolaiev (Vostok 3, Sopyuz 9), James McDivitt (Gemini 4, Apolo 9), Charles Conrad (Gemini 5, Gemini 11, Apolo 12, Skylab 1), Walter Cunningham (Apolo 7), Tom Stafford (Gemini 6A, Gemini 9A, Apolo 10, Apolo-Soyuz), Jack Swigert (Apolo 13), Richard Gordon (Gemini 11, Apolo 12), Russell Schweickart (Apolo 9), David Scott (Gemini 8, Apolo 9, Apolo 15), James Lovell (Gemini 7, Gemini 12, Apolo 8, Apolo 13), Deke Slayton (Apolo-Soyuz) y Vitaly Sevastianov (Soyuz 9).

Si bien el marco de la Guerra Fría aún determinaba la actividad espacial de la humanidad, los astronautas y cosmonautas poco caso hacían  de la rivalidad de sus naciones; eran exploradores, pero también eran pioneros y compartían las mismas angustias y temores que los riesgos de la exploración espacial implican, sino pueden preguntarle a los exploradores lunares de Apolo 13, que en ese entonces hacía poco habían logrado regresar con vida de un accidente casi mortal con su nave espacial.

Es por ello que con esta imagen (que pronto cumplirá 50 años también) quiero simbolizar mi mayor deseo de paz y prosperidad para todos y que nos encuentre juntos, en paz, sin grietas y haciendo lo que mejor sabemos hacer, divulgar, pero entre todos.

Pero, como un libro no se termina y su existencia es para siempre, las aventuras del programa lunar Apolo perdurarán por siempre.

Nos volveremos a encontrar en 2020, el año del 50º aniversario de la misión Apolo 13, el mayor fracaso exitoso de la historia espacial, la que nos siguió enseñando cosas a pesar de que un viaje a la Luna parecía algo rutinario, cuando en realidad era todo lo contrario.


Con Apolo 13 se vienen nuevas charlas por distintos rincones del país (algunas ya están pautadas) con esa gran e intensa hazaña que marcó para siempre el camino de la humanidad hacia los planetas y tal vez hacia las estrellas. Así que, con toda seguridad, estén donde estén, nos volveremos a ver muy pronto.

Hasta entonces y Feliz 2020 !!




domingo, 22 de diciembre de 2019

Agradecimientos finales

Desde el inicio de los tiempos, el hombre se ha caracterizado por ser un animal social, su existencia, así como todo lo que hace, estará necesariamente relacionada con su entorno y sus semejantes;  por eso este libro no es la excepción.

A partir del momento en que me propuse recrear la mayor hazaña de la humanidad para honrar, de alguna manera, un esfuerzo titánico, sin precedentes, por parte de cientos de miles de personas, comencé a transitar un camino en el cual me topé con mucha gente.


La mayoría de ellos se mostraron dispuestos a acompañarme en un proyecto que pretendía contar una historia ya conocida, pero con muchos detalles desconocidos, ocultos e invisibles y con el valor agregado de estar en el idioma de Cervantes, algo muy escaso en estas latitudes.

Hoy el proyecto es una realidad y no existiría, tal y como fue concebido, sin la ayuda de todos los que demostraron entusiasmo en el mismo, aportando desinteresadamente sus distintas experiencias, conocimientos, consejos y cuando hizo falta aliento para continuar y llevar a buen término este relato.
Agradezco infinitamente a Pablo de León, quien en los últimos meses repartió su tiempo entre la Universidad de North Dakota, donde dirige el Laboratorio de Vuelos Espaciales Tripulados y su constante lectura del manuscrito y aporte de datos, de primera mano, del programa Apolo para este libro.
Pablo de León, profesor de la UND

Muchas gracias a Colin Fries, encargado de los archivos multimedia históricos de NASA y a Eric Jones, editor de los registros de operaciones de la misiones Apolo (Apollo Lunar Surface Journal) quienes, me permitieron utilizar gran parte del material aquí expuesto.

Colin Fries y Eric Jones, curadores de los archivos históricos de la NASA

Son muchos quienes, enterados del proyecto, decidieron de manera desinteresada, sumar sus conocimientos, vivencias y experiencias relacionadas al programa lunar, entre ellos quiero destacar a Jorge Coghlan, quien a través de su incansable labor de difusión de la astronomía fundó el Centro de Observadores Del Espacio (CODE) en Santa Fé el cual actualmente preside. Coghlan gentilmente me facilitó las crónicas de una comitiva de la institución, encabezada por Ángel Meynet, que viajó a Cabo Cañaveral para presenciar el lanzamiento de Apolo 11.

Jorge Coghlan, Fundador y Director del CODE

Gracias a Jorge Coghlan pude contactar a Omar Meynet, hermano de Ángel, para reconstruir la crónica del lanzamiento de Apolo 11 y al Dr. Federico Jonás, uno de los tantos argentinos que se desempeñó en un punto clave del programa espacial tripulado, desde su puesto de cirujano de vuelo, para las misiones Apolo 17, Skylab y Apolo-Soyuz supo ofrecer el respaldo necesario para todas las tripulaciones; varios datos aportados aquí han brindado un nuevo sentido a los vuelos del programa Apolo, va por ello mi gratitud y respetos para él también.

Un agradecimiento especial para el periodista científico Julio Guerrieri, creador y conductor del programa radial “El tercer planeta” con quien tuve el privilegio de compartir el XVIII Congreso Internacional de LIADA en 2017, por sus comentarios acerca de los experimentos realizados en el Apolo, relacionados con los rayos cósmicos y su incidencia sobre la visión humana, de los cuales no tenía conocimiento y otro para Gastón Junca Vega, de la Sociedad Astronómica Dominicana, por sus valiosas observaciones aportadas en el manuscrito y en tiempo récord.

Julio Guerrieri, conductor del programa radial "El tercer Planeta"

A quienes con su constante buena vibra me acompañaron durante todo este año y medio de gestación del libro, ofreciendo su tiempo, buenos consejos o simplemente un momento para escuchar de que se trataba este proyecto, también va mi agradecimiento, ya que en cada uno de ellos encontré una mirada nueva que me sirvió para moldear todo este material, encaminando la obra hasta lo que resultó ser hoy, sin ellos seguramente hubiera sido muy distinto. Gracias a Agustina Marazzato, Cristian López, Rodolfo Dímer Lauret, Enzo de Bernardini, de Sur Astronómico; Sebastián Musso, director del Observatorio Astronómico de Mar del Plata; Diego Bagú, director de gestión del Planetario de la ciudad de La Plata y a Fernando Venier, de la Asociación Amigos del Observatorio y Planetario municipal de Rosario, por el constante apoyo recibido.

Enzo de Bernardini, de Sur Astronómico


Diego Bagú, Director del Planetario de la Ciudad de La Plata

Otro firme amigo, quien me facilitó interesantes datos sobre la percepción del programa Apolo en nuestro país es el periodista Roberto Solans (Ex diario La Nación) quien además tuvo el honor de presenciar y registrar, en primera persona, la visita a Argentina de los astronautas Neil Armstrong y Michael Collins,  pocos meses después de su llegada a la Luna.

Roberto Solans, periodista del diario La Nación

Me ha animado mucho, por distintos motivos, el gran apoyo de los siguientes amigos, el Dr. Gabriel Bengochea (Director del Club de Astronomía Ing. Félix Aguilar) por la gran pasió compartida por los vuelos lunares y el espacio que siempre me ha cedido en el CAIFA desde 2012, Gastón Ferreirós (incondicional lo suyo), Jorge Angellotti y Osvaldo Ganzález, quien a su vez me contactó con la única periodista argentina de televisión que presenció el lanzamiento de Apolo 11 y condujo sus transmisión para todos los argentino, Mónica Cahen D´Anvers. 

Dr. Gabriel Bengochea (IAFE - CONICET), Director del CAIFA

Mónica y su marido, César Mascetti, ambos periodistas de larga trayectoria, me abrieron gentilmente las puertas de su lugar en el mundo, La Campiña de San Pedro, donde además de contarme interesantes detalles de la histórica transmisión televisiva, Mónica también me comentó los entretelones de su entrevista con Wernher von Braun y las esposas de los astronautas de Apolo 11, Jan Armstrong, Pat Collins y Joan Aldrin.

Mónica y César los históricos periodistas de Canal 13.

Un gran e inesperado regalo he tenido por parte de los astronautas Edgar Mitchell, piloto del módulo lunar de Apolo 14 y Charles Duke, quien cubrió el mismo puesto en Apolo 16. Ambos caminantes lunares visitaron nuestro país y tuvieron el gran gesto de compartirme parte de sus vivencias en aquellas históricas misiones. Nunca podría terminar de darle las gracias a ambos.


Con Charles Duke (Apolo 16)

Con Edgar Mitchell (Apolo 14)

Finalmente el mayor agradecimiento de todos es para quienes cargaron con la parte más dura y pesada del proyecto, para quienes con su paciencia infinita soportaron ausencias, durante largas tardes e interminables noches, de invierno y de verano, aportando toda la fe en este proyecto y con una gran convicción, por supuesto se trata de mi mujer, Sonia y de nuestra hija, Sofía; sin ellas este libro simplemente no habría existido pues ellas son la motivación de mi vida. 


A todos ellos gracias por haberle dado vida a este proyecto, hoy hecho realidad.